Profesional transformador de su entorno, ajustado a los intereses espirituales y valores de la sociedad en la cual se desenvuelve, pues sus competencias genéricas y específicas le permiten aportar soluciones creativas a las diferentes orientaciones del arte contemporáneo. Posee sólidos conocimientos, habilidades y destrezas en el campo de la plástica, con un alto nivel formal y conceptual con dominio de los procedimientos artísticos fundamentales, que le permiten abordar la obra de artes en sus distintas fases como propuesta intelectual, partiendo de su planificación, ejecución, comunicación, promoción y difusión. Con capacidad analítica, sintética, crítica, ética, sensible y eficiente; todo ello integrado en un “Corpus”, cognitivo, procedimental y socio afectivo.